Muchas ciudades de EE. UU., incluidas varias en Florida, están hundiéndose lenta y silenciosamente. Este fenómeno, llamado subsidencia, amenaza viviendas, calles e infraestructuras. Combinado con el cambio climático y el aumento del nivel del mar, representa un riesgo urgente que requiere acción inmediata y soluciones basadas en ciencia y planificación.
